2.9.10

3. Internet y los nuevos escenarios de la información

Hasta hace un par de años, el poder de la información radicaba en los medios de comunicaciones formales.
Diarios, revistas, radios y estaciones de televisión tenían la labor de comunicar al país, a las poblaciones, acerca de los hechos relevantes para su quehacer y cotidianeidad.
Pero la masificación de Internet como nuevo formato cambió esta lógica. Si bien la web fue rápidamente cubierta por los mismos medios, quienes la usaron como una extensión de sus transmisiones tradicionales, este espacio sería pronto utilizado por todo tipo de personas.
Plataformas como blogger.com, wordpress.com, fotolog.com, flickr.com, facebook.com o youtube.com, por sólo mencionar las más contemporáneas, otorgaron al público/usuario la posibilidad de crear, subir y compartir la misma información que antes sólo publicaba la prensa "oficial".
A los periodistas se les ponen los pelos de punta. Cómo mantener la atención del lector si en la red hay cientos, miles de sitios web, llenos de "reporteros ciudadanos", contando las mismas historias que ellos, a veces de mejor manera. Cómo separar las críticas fundadas, los análisis estudiados de los medios, de las meras opiniones publicadas en cortos mensajes de Twitter?
Hay quienes postulan que la sobrepoblación de contenidos, voces e ideas que pululan en Internet terminan por desgatar la propia información, la palabra en sí. Habemos quienes, al contrario, creemos que esta enorme variedad de visiones sólo reflejan la misma diversidad que la propia sociedad.
Internet como medio ha ingresado de tal manera en nuestras vidas, que ha logrado reproducir nuestras propias lógicas sociales.
En la vida "real" todos tenemos una opinión. Correcta o incorrecta, documentada o infundada, apacible o revolucionaria nuestras visiones llenan las micros, las calles, el metro, las filas en los supermercados. ¿Eso también significa que hemos desgastado el uso de la palabra?
Por el contrario, Internet y las múltiples plataformas asociadas a su haber han fortalecido el intercambio, la conversación y la opinión,
Finalmente, el lector, el oyente o el simple transeúnte siempre tiene la opción de creer o no creer lo que escucha, de parar la oreja o simplemente seguir de largo.

2. Piramide Tumbada, una nueva escritura

Desde una mirada periodística, el accidente de los 33 mineros en el norte de Chile tiene múltiples miradas.
Los detalles del desastre, las historias personales de los mineros, las malas condiciones de la mina, la responsabilidad de la minera en el accidente, el actuar del gobierno... un sin fin de aristas que llaman la atención de los lectores.
En este escenario informativo, y para el caso de los formatos digitales, sea necesario replantearse la opción de la pirámide investida como forma de escribir periodísticamente para la web.
El usuario de Internet promedio destina muy poco tiempo a leer cada texto digital. Ante la masiva oferta de contenidos, el lector web se ha convertido en un constante viajero, saltando de un sitio en otro.
Ante un público cada más escurridizo, la estructura de la pirámide invertida, sobre todo en contenidos noticiosos, parecía óptima a la hora es escribir para la web, supliendo rápidamente los deseos de un usuario que quiere informarse luego de sólo lo relevante.
Sin embargo, en noticias como la del accidente minero, esta lógica queda estrecha. Es tanta la información que se posee, son tantos los detalles que hay que comentar y tan diversos los elementos que pueden llamar la atención de los lectores, que el periodista no podría decidir qué es lo más relevante de la historia, o sea, qué es lo que debe encabezar cada texto digital.
En situaciones como estas, lo ideal sería optar por un modelo de pirámide tumbada, como la define João Canavilhas. Una estructura que presenta la información de manera horizontal. Si todo detalle es potencialmente relevante, todo debiera estar al mismo nivel.
Este modelo, además, entrega un mayor poder de desición e interacción al lector digital. Es éste quien decide cómo navegar las noticias, siguiendo sus propios patrones de búsqueda, aprovechando así los elementos multimediales del sitio, como pueden ser vínculos, videos, audios, galerías, gráficos, en otros.

1. Interactivar, una de las claves del contenido web

Interactivar es, para el periodista Juan Carlos Camus, uno de los siete pasos fundamentales a la hora de crear contenido pensado para la web.
Según Camus, Interactivar es la etapa, dentro del desarrollo de contenidos digitales, donde se definirá el nivel de interacción que tendrán los contenidos ya definidos, tanto dentro de estos, como a partir de ellos, mediante las redes sociales.
La interacción de los contenidos digitales es fundamental para el usurio web. Las decisions tomadas en este campo no sólo llamarán a la atención visual del lector, sino que afectarán toda su experiencia frente a los contenidos publicados.
Los medios de comunicación han entendido esta lógica. Deseosos de captar la mirada de los lectores, han potenciado uno de los recursos más llamativos para los usuarios web: la interactividad.
Emol.cl -sitio web del diario El Mercurio- se ha concentrado en potenciar la interactividad al interior de éste, con sus propios contenidos.
Una multitud de enlaces, recuadros con vínculos a las noticias más vistas, una serie de botones que transportan al lectos a las diferentes secciones del diario; espacio para comentarios, galerías de fotos, videos insertos junto a las noticias, en otros, son algunas de las decisiones tomadas en cuanto a las múltiples posibilidades de interacción del usuario dentro del sitio.
Otro ejemplo lo vemos en elmostrador.cl, primer diario digital de Chile. Éste, además de incluir los mismos elementos que Emol.cl, optó por una interactividad vinculada al uso que el propio usuario puede hacer de sus contenidos, incentivando el uso de redes sociales como Facebook y Twitter y enrriqueciendo la experiencia del usuario.